El destino juega tristemente con nuestras fortunas, es infame y cruel, ¿como presta estas oportunidades en momentos sin coincidir?... Que odioso es realmente, no se conforma con nuestras ya pesadas cargas y nos da otras tantas, pero aunque el ingrato juegue a nuestra contra, no podrá impedirnos que nuevamente nos encontremos. Comprende que tiene prisa, sabe que debe asegurarse la mayor cantidad de victorias previas a nuestro abrazo, pues con un solo instante de tu compañía bastara para opacar eternidades sin ti... Así que sonríe mi amada esposa, que nuestra ventaja es eterna, aun a tus pies como es acordado este caballero postra su cuerpo de rodillas ante tus peticiones, para servirte y aguardarte por la eras necesarias, por que solo a ti te es fiel mi joven princesa de primavera
miércoles, 16 de junio de 2010
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