Nada

miércoles, 16 de junio de 2010

 

Como en otras noches, un último cigarrillo y sinfines de pensamientos en mi cabeza, cuanto silencio albergaría esta velada, si no dependiera de mi ruidosa música seria el correr del viento helado de la sabana el único bullicio, vaya que postura más extraña para este sin vergüenza, un pequeño lapsus en el que mi escándalo se ve opacado, por las mareas de razones así me sumerjo en mi, en las dudas, las horas, fantasías y delirios… poco a poco, se pierde la cordura y razonamiento y me encuentro frente a mí, pero esta imagen mantenía sus ojos cerrados, musitaba sin cesar, muy poco, realmente casi nada lograba entenderme, tomaría asiento mientras mi otro yo caminaba a mi alrededor sin poder detener sus palabras, a mi costado una pequeña mesa, una copa y una botella recién destapada de vino, como rechazar tan tentadora propuesta. Vertería el contenido de la botella hasta la mitad de la copa, que delicioso tono y textura… particularmente espeso y casi sanguinolento su matiz y aunque exageradamente seco se destacaba por un trasfondo sin lugar a dudas dulce, ahora con este primer sorbo las palabras de mi caminante yo se hacían poco más claras, sería fácil comprender entonces mi labor. Trago tras trago los pasos de mi gemelo se hacían más pausados y sus palabras descifrables emergían a mi comprensión… Adiós a la botella y una bienvenida a mi olvidada conciencia, de saber sus razones no habría sido tentado, mas como buen mortal, soy fácil de engañar.
Ahora agotaría los pasos y le hallaría sentado junto a mí, que elegante y portado me vería, mas en completo silencio, al parecer esta conversación debía tener mi principio, quizás con suerte tras abandonarle por tanto tiempo, entonces cuando me dirigía a buscar su juicio, atacaría con una pregunta al abrir sus ojos “tanto y dime ¿por qué?”… sentiría en mi pecho el más absurdo de los golpes, como si mis huesos abandonaran esta morada para hacer de este un golpe seco y directo a mis órganos, de alguna manera el vacio de este seria esporádico, mínimo… mis labios no esperarían y sin mi consentimiento responderían “por creer, por ella…” La mas perturbarte de las sonrisas se mostraría ante mis ojos y en cándida voz preguntaría nuevamente “¿Tanto y a manos llenas para quedarte ahora con qué?”… Caería de espalda y recobraría la realidad, un corto sueño maltratando mi gnosis pero la respuesta se quedo para mi escrita con mis uñas al borde de la cama “Abandono… nada”
Silencio absoluto mientras mis ojos se cerraban por última vez en esta tiritante noche.

2 comentarios:

Miss Dolce dijo...

La noche es inmensa, sola y oscura... la noche es soledad, garabateo o hasta humildad...
buscala, vivela, duerme con ella y aprecia sus estrellas.

Good... me gusto tu blog y algunas entradas.. felicidades..visitame
pronto.


Miss Dolce

Amarelle Di Argento dijo...

Me alegra mucho que sea de tu agrada estoy visitandote ^^