Calla y olvida

miércoles, 16 de junio de 2010

 



Comprendes que las horas arrastran los escombros de cada moralidad, entiendes con la facilidad con la que respiras que aunque los segundos profanos acogen las mentiras y nuestras partículas cambian… sin duda alguna cada segundo eso que fuimos, deja de ser y somos alterados por las circunstancias. Somos carne y hueso que muere cada instante… sabiéndolo, podría preguntarte desconocida… ¿quién eres tú?, ¿quien ahora habita ese distorsionado cuerpo?... y por último, creo recordar bien una lejana inocencia, ¿qué fue de su poseedora?
Bienvenida, Odina o quizás Quimera...

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