Pequeñas letras que espero no leas

miércoles, 16 de junio de 2010

 

Y te lo dije una noche atrás, una de esas tantas entre lágrimas:
Te podré amar como a nadie lo hice antes, pero nací sin ti y viví sin ti... ahora, podré seguir viviendo, cuando no estés para mí… quizás no con la euforia a cuestas más si una alada asfixia... pero estaré vivo sobre mis pies siguiendo mi rumbo

Quizás no como lo soñé, pero seré yo quien lleve mis lagrimas, esas infelices que desahogaran mi alma, mas serán mías, mi secreto mi pequeña caja de recuerdos inundados en salado olvido, Quizás muera cada noche pero regresare en pie al amanecer, pues son mis rutas las marcadas y como aquí me postre, aquí, prendado en aquella necesidad de escapar, mantengo mi cuerpo erguido, creo, que aunque mis manos están tomadas a mi espalda se nota el temblar y la ausencia. Pero como en otras tantas, se que como ninguna la prudencia me es mayor compañía, la única quizás sincera… pero no se vive esperando ser feliz con lo que deseamos, pues el deseo no nos ofrece lo que de verdad necesitamos.

Somos humanos de prisa y duda, somos aquellas pequeñas piezas del imán que se atraen una tras otra pues es innegable que somos humanos, aquellos nacidos para temer a la soledad, aquella fría y cruel dama, aquella que en su herido abrazo, desprende esperanzas y anhelos… aquella que sin duda nos agobia con los consejos sabios que solo daría la pálida y nostálgica muerte… pues en su maligna presencia, destroza al hombre con dolores profundos de la verdad circundante… ahora sabiendo esto, no podré negar que preferiría un tenue beso de aquellos helados huesos, cerrar los ojos y aguardar… pero de ser así huiría por la facilidad que nunca me a sido enamorada, pretender agradar a la nostalgia ya agraciar cada valido instante de felicidad, aquellos que también tendré en mi caja de espinas y salinas cobardes aquellas cada una con tu marca y aroma, mas mías guardadas en un rincón de mi angustia para cuando pretenda un solsticio de calma, pero no dependeré de ello para ser yo nuevamente… pues somos humanos, y hemos llegado en pie y gritado por primera vez en soledad… así que regresare a brazos de mi madre y cómplice… aquella con la sabiduría de la parca y tan dañina como será olvidarte

1 comentarios:

paola dijo...

cool!! siempre me ha gustado lo que escribes ^.^