Tatuado...

Una cálida noche para una helada copa, unos instantes de silencio en una de las mas particulares brisas, aun la carencia absoluta de sonidos en su caricia alentaría los pasares y laberintos de aquel exclusivo espacio de mi gnosis haciendo de mi como en sin fines de melancolías un camínate absurdo de las razones. Allí atrapado en recuerdos y cálidas voces me vi necesitado del sabor ahumado del tabaco. Cortando de tajo el aroma misterioso del sigilo noctambulo, rasparía la cabeza de aquella cerilla, una tenue risa sobre unos labios resecos al encontrar gracia en su estallar y hallar en ella una memoria. Una única probada, un sorbo cortó solo ello bastaría para perder la lucidez así, tan lento navegar por unas y tantas de las evocaciones sin duda para esta corta vida, de los sabores más amargos…

… Entonces ya no me vería solo en esta noche…

… Sentados junto a su presencia y necesitado de ímpetu habría de preguntar el valor de mi existencia; su umbral y como se habría demostrado con mi compañera y su captora el óbito se haría ahora mi enfoque, el cómo llegaría a su encuentro para mí como para todos ustedes aun un gran misterio, entonces frente a mí, mi primer negación, comprobándome que tras tantos años de desearle, mis minutos se posan retorcidos queriendo encontrar fuga, mas como escapar de lo que por naturaleza se tallo en nuestro viaje, como pedir a la sangre, a esta piel y huesos que no decaigan si la carne habría de ceder por la debilidad o por el tiempo ya solo eso bastaría para admitir que no habrá en este cuerpo eternidad, entonces, ¿eso es todo?... ¿no hay otra salida de este juego? Más que arder en cajas de madera o ser devorado por la tierra…
Tendría que encontrar otra razón que infame y miserable es nuestro destino, pues el no da razón a nuestra existencia más que ser abono para esta tierra y alimento de gusanos.
Ya como era perfectamente habitual para estas horas mi aliento se expresaría con pesadez y pérfidamente apagado, para ser claro, desprendería por cada poro un fatigado tono de desesperanza. Buscando un aire de paz a mi castigaste pensamiento hallaría distracción en el retumbar de mis latidos que a su compañía y pese a los esfuerzos de hacer incensaría mi comprensión aun era cándido, para mi sorpresa de entre ellas una tercera voz tan tibia y para mi sorpresa tan “humana” desenredaría los harapos a los que se resumía mi reflexión apenas pude comprenderle pues entre sus palabras emanaban una fragancia hipnótica que me arrastraba al sueño como nunca antes, de soslayo notaria la copa ya vacía y cuadro a cuadro vería la ceniza desafiar la gravedad pero no conseguiría aguantar hasta que esta reposara contra el suelo. Atrapado ahora en los rincones de himnos no gozaría de fantasía y sueños como se supone debería seria más un terminar tranquilo para tan exuberante noche. Para un día nuevo vaya mi desconcierto al encontrar sus letras en mi espalda
“recuérdame, pues mientras mi recuerdo se pose en tu mente me encontraras con vida. Recuérdame y no me olvides pues mientras no sea olvidado no desapareceré… Recuérdame e inmortalízame”

Aquí y solo para ti, que bien sabes a ti me refiero, si en verdad me amas… deja que este cuerpo muera pues hare lo imposible para hacer de este arlequín un caminante eterno. Aun se dirá de mi: Divagante, efímero, absurdo, orgulloso, necio y quizás enamorado pero tallado en tu memoria mientras quede esencia.